Casos recientes de quiebre de aerolíneas importantes nos han enseñado que en aviación el que no evoluciona o se adapta, pierde.
Tomando como referencia la teoría de la evolución de Charles Darwin, inspirada en Galápagos, donde este descubrió que las especies evolucionan, se adaptan y cambian ante nuevos desafíos climáticos, ambientales y de competencia para sobrevivir en el tiempo, podemos aplicarlo muy fácilmente a la aviación.
Año tras año hemos visto como importantes aerolíneas u otras de menor tamaño, anuncian sus respectivos ceses de operaciones repentinamente dejando ciento de miles de pasajeros en tierra y miles de personas en el desempleo.
En este último tiempo hemos visto cerrar a (sin un orden específico y otras volando en quiebra como Alitalia):
- Thomas Cook
- Wow Air
- Germania
- Fly bmi
- Aigle Azur
- XL Airways
- Avianca Brasil – Argentina
- Air Berlin
Este fenómeno que parece volverse más común en el último tiempo, tiene varias posibles explicaciones que giran entorno a la no evolución y adaptación de estas aerolíneas.
La llegada de nuevos competidores, especialmente de la categoría low cost, han generado que muchas aerolíneas tradicionales pierdan mercado dado los precios generalmente, más barato que una operación legacy con menos beneficios al pasajero.
En este contexto, las aerolíneas tradicionales han debido adaptarse y evolucionar ofreciendo conceptos nuevos más cercanos a una categoría de bajo costo, sin llegar a serlo, solo ofreciendo una mayor competitividad para hacer fuerza a estas empresas y mantener su cota de mercado.
Así, las Aerolíneas que han aprendido de su entorno, evolucionando y siguiendo las tendencias del mercado donde los viajeros buscan armar sus vuelos a medida, más barato, han logrado sostenerse financieramente y las que no, han desaparecido.
Las que han desaparecido no lograron evolucionar a tiempo, se dieron cuenta muy tarde que debían cambiar, sus estructuras eran muy pesadas, sus condiciones de operación poco eficientes no rentables o simplemente se opusieron al cambio pensando que su forma de volar por años se mantendría con sus fieles clientes.
También, factores externos afectan mucho a la industria que es altamente vulnerable como precio del petróleo, nuevas formas de viaje que compiten con el transporte aéreo, crisis económica de los países donde operan o un exceso de oferta con una demanda que no crece al mismo ritmo, son la suma de factores que también ponen de parte para frenarlas.
Las que se mantienen lo han logrado gracias a tener también un gran respaldo financiero de grandes grupos aeronáuticos, lo que nos hace pensar que el futuro estará tal vez solo en aquellas aerolíneas pertenecientes a millonarios grupos aéreos y que pequeños proyectos nuevos o actuales estarán destinados a dejar atrás su “herencia genética” en la historia o unirse a ellas.
Y tú, ¿qué opinas?