Limitar o vender menos asientos en los aviones como medida de distanciamiento social no es factible según informó IATA en un nuevo comunicado.
Ante el panorama que se viene para la industria aérea, donde los factores económicos que afectarán a todo el mundo y la necesidad de recuperar la confianza de los viajeros, aerolíneas y aeropuertos proponen nuevas medidas de protección y cuidado de la salud.
Como repasamos aquí, las aerolíneas implementan ya medidas estrictas como es el uso de mascarillas obligatorio durante todas las etapas y duración del vuelo, embarque diferenciado, desinfección profunda y otros nuevos protocolos.
En este sentido, una de las posibilidades que más debate ha generado, es la de no vender los asientos del medio en aviones de 3 y 4 asientos e incluso, reducir al 50% la capacidad en aviones de 2 asientos.
Vender menos asientos no es la solución
IATA no recomienda restringir el uso del «asiento central» para crear distanciamiento social a bordo de un avión.
La evidencia, aunque limitada, sugiere que el riesgo de transmisión de virus a bordo de un avión es bajo, incluso sin medidas especiales.
Hay que recordar que las aeronaves mantienen una constante circulación del aire al menos cada 3 minutos y este es renovado y que pasa por los filtros HEPA que retienen el 99% de virus, haciendo de las aeronaves un ambiente bastante limpio.
El restringir o limitar la venta de asientos en los aviones podría generar un incremento de los valores de los pasajes, que afectará directamente al usuario y a la recuperación de la industria, debido a que las aerolíneas deberán «traspasar» el valor que habrían pagado «los pasajeros del medio» al resto de usuarios.
Hay que recordar, que cuando se levanten las restricciones de los gobiernos, el distanciamiento abordo de los aviones será orgánico, por la baja demanda que existirá inicialmente.
Medidas para reducir el riesgo ya bajo de transmisión a bordo
Las medidas generales y que se ha comprobado que funcionan para reducir el riesgo de contagio son las siguientes recomendadas por IATA:
- La IATA recomienda cubiertas faciales obligatorias para los pasajeros y máscaras para la tripulación como una de varias acciones para reducir el ya bajo riesgo de contraer COVID-19 a bordo de la aeronave.
- Además de los revestimientos faciales, estas capas de medidas temporales de bioseguridad que se proponen incluyen:
- Control de temperatura de pasajeros, trabajadores del aeropuerto y viajeros,
- Procesos de embarque y desembarque que reducen el contacto con otros pasajeros o tripulación,
- Limitar el movimiento dentro de la cabina durante el vuelo,
- Limpieza de cabina más frecuente y profunda; y
- Procedimientos de catering simplificados que reducen el movimiento de la tripulación y la interacción con los pasajeros.
- Cuando se pruebe y esté disponible a escala, las pruebas de COVID-19 o los pasaportes de inmunidad también podrían incluirse como medidas temporales de bioseguridad.
¿Se transmite el COVID-19 en un vuelo?
- El seguimiento de contactos de un vuelo de China a Canadá con un pasajero sintomático COVID-19 no reveló ninguna transmisión a bordo.
- El seguimiento de contactos de un vuelo entre China y Estados Unidos con 12 pasajeros sintomáticos de COVID-19 no reveló ninguna transmisión a bordo.
Una encuesta informal de la IATA de 18 aerolíneas principales identificó, durante enero-marzo de 2020, solo tres episodios de sospecha de transmisión en vuelo de COVID-19, todos de pasajeros a la tripulación. Otros cuatro episodios fueron informes de transmisión aparente de piloto a piloto, que podrían haber estado en vuelo o antes/después (incluida la escala).
No hubo casos de sospecha de transmisión de pasajero a pasajero.
Un examen más detallado de IATA del rastreo de contactos de 1,100 pasajeros (también durante el período de enero a marzo de 2020) que fueron confirmados para COVID-19 después del viaje aéreo no reveló ninguna transmisión secundaria entre los más de 100,000 pasajeros en los mismos vuelos. Solo se encontraron dos casos posibles entre los miembros de la tripulación.
Existen varias razones plausibles por las cuales COVID-19, que se transmite principalmente por las gotas respiratorias, no ha resultado en una mayor transmisión a bordo, y por qué el transporte aéreo es diferente de otros modos de transporte público:
- Pasajeros mirando hacia adelante con interacciones limitadas cara a cara.
- Los asientos proporcionan una barrera para la transmisión hacia adelante o hacia adentro de la cabina.
- El flujo de aire desde el techo hasta el piso reduce aún más el potencial de transmisión hacia adelante o hacia atrás en la cabina, además, las tasas de flujo de aire son altas y no conducen a la propagación de gotas de la misma manera que en otros ambientes interiores.
- Los filtros de aire particulado de alta eficiencia (HEPA) en los aviones modernos limpian el aire de la cabina a la calidad del quirófano del hospital, con la ayuda de altos niveles de circulación de aire fresco
Además, incluso si es obligatorio, mantener abierto el «asiento central» no logrará la separación recomendada para que el distanciamiento social sea efectivo. La mayoría de las autoridades recomiendan 1 metro a 2 metros, mientras que el ancho promedio del asiento es inferior a 50 cm y hacia atrás de 35 centímetros.
Se puede usar careta facial durante el vuelo
Claro, de hecho es obligatorio el uso.
Recomendaría se deje el asiento central para ser asignado al final de un vuelo, siempre que se tenga menos del 66% de reservas para el vuelo. A fin de brindar una mayor seguridad a los pasajeros, lo que estoy seguro será muy agradecido por ellos.