El día 19 de mayo de 2020 la aviación ecuatoriana cambió para siempre tras el anuncio del Presidente del Ecuador, en efecto, mediante el Decreto Ejecutivo 1061 se dispuso la liquidación de la Empresa Pública TAME Línea Aérea del Ecuador “TAME EP”.
En el documento se indican los plazos para, en primer lugar, llevar a cabo acciones para tener la mayor cantidad de activos para cubrir el pago de sus deudas de forma expedita y de acuerdo con la prelación legal. Posteriormente entrar en un proceso de liquidación de hasta 210 días y finalmente transferir remanentes de sus activos al Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
Esta liquidación se da en medio de la afectación por la pandemia del virus COVID-19, que terminó de agravar la situación y dar la estocada final a la aerolínea que llevaba cerca de 58 años de historia. Sin embargo, la decisión tomada responde a un escenario que se presumía probable desde hace ya algunos años. Es conocido que la aerolínea acumulaba pérdidas operacionales año a año desde el 2012 hasta llegar a más de USD 300 millones. Estos aspectos, sumados a la delicada situación económica de Ecuador, llevaron al Gobierno Nacional a la decisión de no continuar su apoyo a su aerolínea y justificar con su liquidación parte de las necesidades de recortes fiscales durante la emergencia sanitaria. Desafortunadamente, hay mas de 900 trabajadores afectados que dejarán de prestar sus servicios a la aerolínea.
Con el anuncio de liquidación de TAME EP, la aviación ecuatoriana afronta un muy duro golpe, que va más allá de la tristeza de ver cerrar a la última “aerolínea de bandera”. Este concepto que cada vez desaparece más en la industria, pone fin a un icono de la aviación e identidad ecuatoriana, que vivió buenos y malos momentos, pero que, desde cuando nació bajo la administración de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, tuvo el desafío de conectar a cada rincón del Ecuador.
Hay varios factores que pueden explicar la llegada de TAME EP a este desenlace. Una desmedida expansión internacional sin mayores estudios de mercado, descuidando probablemente su fortaleza en el mercado local, falencias en la comercialización, crecimiento de una flota heterogénea (hasta 17 naves comparadas con 5 activos en su liquidación[1]) con las complicaciones de mantenimiento y entrenamiento de pilotos, y una importante masa salarial para cerca de 1600 personas en su pico en el 2015, cobertura de rutas locales en aeropuertos sin mayor demanda, entre otras que se podrían evaluar en más detalle..
Desde este momento, la aviación del Ecuador vive una nueva realidad, un competidor que mantenía el segundo puesto en la participación del mercado no volverá a volar ¿o sí? y el pastel queda distribuido para las 3 aerolíneas privadas: LATAM Ecuador, Avianca Ecuador y Aeroregional, pero ante un panorama altamente difícil generado por el COVID-19.
En efecto, la pandemia ha puesto en jaque a toda la industria aérea y de turismo a nivel global con la mayor crisis histórica conocida y las aerolíneas que operan en Ecuador no están ajenas a esta situación. El futuro es aún incierto con una reactivación paulatina iniciada el 1 de junio pasado, de estas aerolíneas regulares.
Previo a esta crisis, tanto Avianca como LATAM tenían interesantes planes de crecimiento en el mercado doméstico nacional, donde la primera pretendía volar hacia Nueva Loja y la segunda hacia Coca, Loja y Santa Rosa, todos estos planes han quedado en espera de un mejor y más alentador panorama, que sin duda y tal como dice la propia IATA, podría tomar algunos años.
Los efectos de esta pandemia en el sector aéreo de Ecuador aún no han sido cuantificados, pero la reducción del tráfico aéreo de pasajeros en el país habría caído más del 98% desde el 17 de marzo de 2020, día que se suspendieron las operaciones regulares, y aunque aerolíneas como Aeroregional han podido mantener ciertos ingresos realizando vuelos de repatriación internacional bajo modalidad chárter, al igual que LATAM, el panorama posterior a la apertura de operaciones regulares desde el 1 de junio de 2020, pone a prueba la eficiencia y creatividad de las aerolíneas para mantener su operación en el país de una manera rentable, pero sobre todo, sostenible a largo plazo, más aún tomando en cuenta el tiempo que podría tomar esta recuperación.
Desde inicios de junio, poco a poco se reactivó el sector aéreo, con menos frecuencias de las que estábamos acostumbrados y ocupaciones del 30% o menos pasajeros en algunos vuelos, pero es importante dar una señal de inicio y que el mercado reciba ese estimulo y confianza para que los pasajeros regresen a los aeropuertos, los aviones despeguen nuevamente y la economía se dinamice nuevamente, siendo la aviación fundamental para cumplir este objetivo.
No es el mejor panorama, pero ante una crisis siempre hay una oportunidad y más aún cuando una aerolínea que mantenía una fuerte presencia en el mercado por años sale de este, abriendo las puertas para que los operadores actuales se fortalezcan o que un nuevo competidor, como una low cost, explore el aún no desarrollado mercado aéreo de Ecuador con un nuevo concepto de volar, al que estamos acostumbrados hasta este momento.
[1] La flota de TAME EP hasta el día del anuncio de liquidación estaba conformada por un Airbus A319 (HC-CGT inactivo), un Airbus A320 (HC-CPB) y tres ATR42-500 (HC-CLT, HC-CMH y HC-CMB), estos últimos aviones turbohélice forman parte de los activos de la aerolínea, junto con dos Embraer 190 que había sido retirados de la flota activa en diciembre de 2019.
La politización de una empresa pública es causa de los desastres (en Ecuador) económicos, le descalabraron con el ingreso desmedido de personal.
Me gustaría que en los comentarios se mencionen nombres de los administradores responsables de la debacle de TAME, pues hasta el 2012 fecha en que nos despidieron a más de 200 empleados, la Empresa todavía era sostenible, pero sin embargo en esas fechas nadie dijo nada, Chao y nada más. En los comentarios se generaliza la situación, hechos q todos conocemos y no se llega a señalar los verdaderos culpables con nombre y apellido, los de la cúpula de la Empresa, gerentes y demás que usufructuaron en su tiempo,
Tame EP se crea en mayo del 2011 y empieza a volar al exterior dos años más tarde, en junio del 2013, lo que coincidió con el cambio al nuevo aeropuerto de Quito en febrero del mismo año. Desde ese año el destino de Tame EP se vió comprometido por incursionar en el mercado internacional sin ser parte de alianza de aerolíneas, sin un HUB de conexiones adecuado a las necesidades del mercado, lo que le llevó a tener una rentabilidad muy baja frente a la inversión realizada en todas las rutas, lo que sumado a los gastos por concepto de arriendo de aeronaves y sus respectivos costos operativos y de mantenimiento la dejaron totalmente debilitada financieramente para poder cumplir con sus obligaciones corrientes y a corto plazo, llevándola a su liquidación. Creo que está por demás indicar nombres, ya que el daño se produjo desde el inicio de Tame EP por las malas decisiones desde su directorio conformado por personas que obedecían a un proyecto político que en nada se ajustaba a cómo debe ser administrada una empresa de transporte aéreo.
Tal como ocurrió su bancarrota con otras aerolíneas ecuatorianas como Ecuatoriana, SAN, SAETA u otras aunque sean circunstancias similares o parecidas como la de TAME, habrá otras aerolíneas que tomen las rutas o se vayan expandiendo como LATAM, Avianca, Aeroregional o AAndes. Estoy seguro que se recuperará en mercado nacional, personalmente a mi me hubiera gustado que TAME se refunde y salven la marca ??
Como debe saber Avianca y LATAM se han declarado en bancarrota, acogiéndose al capítulo 11 de la legislación Americana, lo que les permite suspender temporalmente sus pagos de acreencia y su reestructuración. Está situación les a llevado a dejar de atender algunas rutas a más de suspender sus pedidos de aeronaves y con ello el despido de personal como es el caso de LATAM que cerró de manera indefinida operaciones en la Argentina con pérdidas de más de 280 millones de dólares en los dos últimos años. Esperemos que se mantenga su operación en el Ecuador, ya que de lo contrario la oferta de vuelos se vería sumamente afectada.
Completamente de acuerdo mi estimado Pablito un poco de todo exceso de personal malas administraciónes e injerencia política llevaron a la situación actual de tame
Estimado Nicolás, también hay que hacer notar el endeudamiento excesivo en arrendamiento de aviones para atender la apertura de las rutas internacionales y a la falta estudios de rendimientos sobre la inversión en esas rutas. Como consecuencia de ello, los valores de retorno en las rutas fueron inferiores al dinero invertido, lo que junto ala pandemia del COVID-19 la llevaron a una situación insostenible por parte del Gobierno, decretando su liquidación.
Existen dos aristas para el colapso de Tame EP. La primera radica en la falta de planificación y control de sus finanzas, la apertura de rutas internacionales y domésticas innecesarias y sus altos costes administrativos por el exceso de personal y, la segunda por la injerencia política en la empresa, lo que la dejó a merced de de la competencia, mucho mejor preparada y eficiente para hacerse del mercado Doméstico en el que Tame EP perdía protagonismo y participación desde hace casi un década en que cambió su Visión y su Misión para la que fue creada.