El Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito quiere convertirse en un hub de carga regional para impulsar así el empleo y economía local.
La carga mundial sigue creciendo y en Ecuador esta tendencia se ha mantenido al alza y siendo el Aeropuerto de Quito el principal punto de exportación del país, existen varias oportunidades por desarrollar, donde gracias a su infraestructura, pista y tráfico aéreo lo convierten en un punto estratégico para el desarrollo de un hub de carga.
¿Por qué Quito debe convertirse en un hub de carga?
Históricamente, la economía del Ecuador ha contado con varias fuentes de ingreso con segmentos que estimulan la generación de empleos y de inversión. La estructura económica del país mantiene varios puntales que generan millonarios ingresos de divisas, donde uno de ellos es la exportación de productos petroleros como principal producto exportable y los no petroleros que día a día sigue creciendo en su importancia tangible para la economía en Ecuador.
Por este motivo, es que gracias a la iniciativa de la Empresa Pública Metropolitana de Servicios Aeroportuarios y Gestión de Zonas Francas y Regímenes Especiales – EPMSA con su gerente Sandro Ruiz y al señor Eduardo Emanuele de la empresa Pertraly S.A se inició desde el 7 de mayo de 2020 el análisis estructural del proyecto para convertir y declarar al Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito en un hub de carga.
Contexto general
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo – IATA, la carga aérea es altamente importante en la economía de los países y de sus cadenas productivas dado qué:
- Es un facilitador del comercio que contribuye al desarrollo económico mundial y crea millones de puestos de trabajo.
- La economía mundial depende de la capacidad de ofrecer productos de alta calidad a precios competitivos a los consumidores de todo el mundo.
- La carga aérea transporta mercancías por valor de más de 6 billones de dólares, lo que representa aproximadamente el 35% del valor en el comercio mundial.
Situación local
Dentro de este contexto general, los productos de exportación por vía aérea se han diversificado en Ecuador, donde en su momento el 90% de las exportaciones eran flores, pero que con el paso del tiempo y gracias a nuevos acuerdos y aperturas comerciales ha permitido que otros productos como el banano, pitahaya, camarones, café, atún, pescado y otros tomen una notoria participación del mercado, generan aún más empleo y encadenamiento productivo que beneficia al país en su totalidad.
Es así qué, la carga aérea ha tomado una notoriedad fundamental para Ecuador gracias a sus menores tiempos de traslado y seguridad en que la carga llegará a su destinatario sin contratiempos, destacándose cuatro aeropuertos internacionales para la salida de esta carga:
- Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito
- Aeropuerto Internacional Eloy Alfaro de Manta
- Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo de Guayaquil
- Aeropuerto Internacional Cotopaxi de Latacunga
Estas cuatro terminales aéreas han sido, en diferentes etapas del desarrollo aéreo, punto de entrada y salida de carga en el país, cada uno con sus limitaciones de infraestructura o de mercado, pero todas aportando al crecimiento del país.
Pero sin duda, uno de estas ciudades ha tomado año a año una mayor notoriedad e importancia mundial gracias a que desde el 2013 se inauguró un flamante nuevo aeropuerto con mejores prestaciones, infraestructura, capacidades técnicas y tecnología que le permiten en la actualidad concentrar cerca del 90% de la carga aérea de exportación del país.
En el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito, desde el año 2012 ha visto un crecimiento de 133.104 toneladas en carga de salida a más de 194.098 toneladas en el año 2018, lo que representa un incremento del 46%, impulsado adicionalmente a las prestaciones del nuevo aeropuerto, a nuevos acuerdos comerciales y a la llegada de nuevas aerolíneas de carga como Emirates Sky Cargo, Qatar Cargo, Turkish Cargo, Air Canada Cargo, Ethiopian Cargo y otras con marcada presencia sea esta de manera regular comercial o chárter.
Hace 12 años, por el Aeropuerto de Quito, antes de la apertura de la nueva terminal, contaba únicamente con cuatro aerolíneas cargueras y mantenía el 57.74% de operaciones aéreas, pero con la apertura de las nuevas instalaciones este pasó a mantener en promedio 72 frecuencias semanales en temporada baja y más de 104 vuelos semanales durante San Valentín, lo que la convierte en el tercer aeropuerto de América Latina en exportaciones luego de Sao Paulo y Bogotá.
En el sentido contrario, las importaciones ocupan un volumen mucho menor con productos como maquinaria, productos farmacéuticos e insumos médicos, animales vivos, alimentos perecibles y otros, lo que desequilibra la balanza aérea encareciendo el valor del flete para los exportadores ecuatorianos, dado que en muchos casos, los aviones llegan a Ecuador en condición ferry o vacíos, traspasando el costo de este vuelo sin carga hacia el costo final del producto ecuatoriano, perdiendo competitividad en los principales mercados de exportación como son Estados Unidos, Europa y Oriente Medio.
Situación mundial actual
En un nuevo informe de IATA podemos conocer cómo la carga aérea sigue siendo clave en la reactivación económica de las aerolíneas y de las economías a nivel mundial, pero pese a esto, la demanda le está ganando a la capacidad.
Los datos que se muestran a continuación son comparados con agosto de 2019:
- La demanda mundial, medida en toneladas-kilómetro de carga (CTK), aumentó un 7,7% en comparación con agosto de 2019 (8,6% para las operaciones internacionales). El crecimiento general sigue siendo fuerte en comparación con la tendencia de crecimiento promedio a largo plazo de alrededor del 4,7%.
- El ritmo de crecimiento se desaceleró levemente en comparación con julio, que registró un aumento de la demanda del 8,8% (frente a los niveles anteriores al COVID-19).
- La recuperación de la capacidad de carga se detuvo en agosto, un 12,2% menos que en agosto de 2019 (13,2% para las operaciones internacionales). En términos intermensuales, la capacidad cayó un 1,6%, la mayor caída desde enero de 2021.
Dentro de los positivos indicadores mundiales, nuestra región sigue mostrando los más débiles números en el avance de la recuperación, esto dado por la propia situación económica regional y por las restricciones a los vuelos implementados por los gobiernos:
- Se reportó una disminución del 14% en los volúmenes de carga internacional en agosto en comparación con el período 2019, lo que se marca como el desempeño más débil de todas las regiones. La capacidad sigue estando muy restringida en la región, con una reducción de la capacidad internacional del 27,1% en agosto, la mayor caída de cualquier región del mundo.
- Mientras Latinoamérica mantiene la caída, el resto de regiones han mantenido números positivos durante agosto de 2021 y aquí nace el desafío para posicionar a Quito como una ciudad innovadora y líder en el transporte aéreo de carga tanto en aviones dedicados como en “belly cargo”.
Objetivo del hub de carga
Lo que busca este proyecto es generar las bases que permitan desarrollar una mayor conectividad aérea de carga en Ecuador, centrado en el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito gracias a su principal fortaleza, que es la carga de exportación.
Con la carga de exportación cementada y fortalecida pese a las condiciones globales pandémicas, el Aeropuerto de Quito cuenta con la ventaja competitiva de poder ofrecer instalaciones amplias, modernas, una pista de aterrizaje y despegue de 4090 metros de longitud, ubicada estratégicamente cerca de la mitad del mundo, pero sobre todo contar con la capacidad para atender métricamente miles de toneladas de carga que lleguen al país para ser redistribuida hacia el sur del continente en un menor tiempo y costo posible.
La propuesta se basa en que las aerolíneas de carga de la región utilicen el Aeropuerto de Quito como un punto final y de inicio de sus operaciones, para que estas no deban consumir largos tramos de vuelo como por ejemplo entre Miami y Santiago de Chile, sino que la carga se quede en Quito, desde el cual en aviones de menor tamaño (no necesariamente) será distribuida hacia Lima, Buenos Aires, La Paz, Sao Paulo, Montevideo y otras importantes ciudades de Sur América.
Así se asegurará que los aviones lleguen a Quito con carga tanto de entrada como de salida, beneficiando directamente a los exportadores ecuatorianos, lo que hará que los productos ecuatorianos sean mejor cotizados en los mercados internacionales ante una baja de los valores de flete por kilo.
Con mejoras y ampliación de la terminal internacional de carga, el Aeropuerto de Quito se convertiría en uno de los más importantes centros de carga aérea de América.