El camino hacia una aviación sostenible, más verde y menos contaminante avanza en la industria aérea, con muchas oportunidades para los países, pero también con mucho desafíos.
Con el objetivo puesto al año 2050, la industria trabaja arduamente para descarbonizar la operación aeroportuaria y aeronáutica, donde en los últimos meses la conversación entorno a las medidas que se pueden tomar y estar tomando se ha incrementado considerablemente.
La sostenibilidad de la aviación es clave para todos los actores, quienes más que ninguna otra industria, trabajando arduamente para lograr una aviación más verde y que frene las intenciones de algunos gobiernos de poner impuestos o limitar algunos vuelos con el falso objetivo de disminuir el impacto ambiental.
Tomando en cuenta que la industria aporta el 3% de las emisiones de CO2 en el mundo, las oportunidades son muy amplias, donde más allá de nuevos y más eficientes aviones, el crecimiento económico y laboral de las naciones se podrá ver altamente beneficiada por estas acciones.
Aviación sostenible
En esta publicación vamos a ir repasando varias de las acciones más recientes que han anunciado los más importantes actores del sector aéreo dentro de la agenda de sostenibilidad de la industria aérea. Es importante que todos conozcamos lo que se hace, pero más importante, que varias de estas acciones pueden cambiar la realidad económica de países en desarrollo como los nuestros.
Boeing por ejemplo lanzó una herramienta durante el Paris Air Show para respaldar la discusión y la acción entre las partes interesadas de la industria con respecto a la huella SAF existente, así como los niveles de producción futuros necesarios para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas de la industria de la aviación comercial para 2050.
Con esta plataforma, los interesados pueden ver cómo cada país ha avanzado en la conversación, toma de decisiones y finalmente cuánto SAF o cuándo la producción iniciará. Aquí un ejemplo:
Como podemos analizar, el SAF en nuestra región está en pañales, donde únicamente Brasil y Paraguay han tomado acciones concretas para iniciar la producción de este combustible de bajas emisiones.
Si en este momento, los gobiernos decidieran que los vuelos no pueden operar más con Jet A1 como combustible y solo pudieran operar con SAF, en Latinoamérica se podría cubrir únicamente el 1% de la necesidad de las aerolíneas, mientras que Norte América podría cubrir el 8%, el camino es largo, pero hay avances.
Aunque se inicie por ahora la conversación entre la industria y los gobiernos de la región, son pasos claves, donde los cambios en la regulación local más un marco regulatorio que lo permita y motive, será lo que se viene.
¿Qué tan grande puede ser el impacto para las economías locales? Por ejemplo, la descarbonización de la aviación española necesitará cinco millones de toneladas de SAF al año en 2050. Según un estudio realizado por PwC para Iberia y Vueling, si se reparten por todo el país entre 30 y 40 plantas de producción los que implicaría un aporte al PIB de 56.000 millones de euros hasta 2050, lo que significaría más de 270.000 nuevos puestos de trabajo.
¿Sabían que por ejemplo Paraguay será uno de los primeros países en tener una planta de SAF en Latinoamérica? Así es, este pequeño país ha dado pasos importantes para lograrlo con fecha estimada para 2025 de apertura, pero sin duda un gran paso digno de emular.
Pero el SAF no es todo y otros combustibles aparecen en el radar, como es el caso del hidrógeno, y al momento tenemos dos aviones realizando pruebas de vuelo con células con este elemento químico, que promete mucho, aunque con una mayor complejidad.
En este sentido, Airbus UpNext ha lanzado un nuevo programa de demostración para explorar, en tierra y en vuelo, una nueva arquitectura para la generación de energía no propulsora mediante el uso de pilas de combustible de hidrógeno para el APU (Unidad de Energía Auxiliar), que será sustituido en un A330 por un sistema de pila de combustible de hidrógeno que generará electricidad para los diferentes sistemas del avión.
También, aviones eléctricos están en la mira, tanto para vuelos de corta distancia como para taxi aéreo local, todas medidas que implican millones de dólares de inversión en nuevas tecnologías, pero que todas necesitan del apoyo de los gobiernos para sortear las dificultades regulatorias.
Hay avances, y parece que los tiempos no se podrían cumplir, la intención está y es lo importante en este momento, donde esperamos que pasemos de la conversación a la acción, todo por el futuro de la industria aérea y de nuestro planeta.
¿Cuál crees que es el futuro para la aviación verde?