¿Sabían que vuelo con un cura? Pues sí, los curas también pueden ser pilotos y hoy les cuento cómo es mi experiencia con este creyente gran aviador.
Post escrito por: Guillermo Casalins
Ingeniero Aeronáutico
Fundación FIA
Bueno, la historia empieza así:
- KRE 184 ¿está listo para un despegue inmediato?
- Afirmativo, podemos hacer un rolling takeoff
- Enterado, KRE 184 efectúe un rolling takeoff y tan pronto le sea posible vire a la izquierda; Autorizado despegar.
- Autorizado despegar, buen día.
- Clear for takeoff, takeoff thrust ingeniero.
in nomine patris, et filii, et spiritus sancti. Amen, vamos con Dios amigos
Sergio Barrera, un joven copiloto de Boeing 727 carguero que sirve a una empresa colombiana, tiene una habilidad de vuelo impresionante, un conocimiento claro del avión y sus sistemas, ya pronto será promovido a comandante.
No se respira un aire de santidad cuando volamos con él en la cabina, pero tratamos de llevar nuestro vocabulario vulgar al mínimo, aunque algunas veces a él se le salen unas cuantas “perlas”, cuando sube al avión se asoma por la puerta de carga y le dice a los muchachos de cuadrilla que están cargando el avión: “muevan, muevan ese cu** que vamos tarde” emulando al director de operaciones que es un joven comandante paisa (antioqueño) que siempre está de afán, o cuando se encuentra alguno de los muchachos que están en unión libre (arrejuntaos) con su señora y les dice: “ojo que estás viviendo en pecado”.
Si no me creen, aquí su foto en plena ceremonia, rato después está puesto su impecable traje de piloto como lo vemos en la foto de portada.
Yo he volado con muchos aviadores que además de piloto tienen otra profesión, ingenieros, administradores, músicos, abogados y hasta un médico también; pero es la primera vez que vuelo con un sacerdote activo, aunque yo de joven fui monaguillo en el viejo Valledupar, tengo bien claro de que nunca me confesaría con él.
Es un muchacho joven y muy activo, siempre publica en sus redes haciendo spotting (no se cansa de ver aviones) o pescando con su gorra de pescador y un puro cubano en la boca, él dice que generalmente suelta de nuevo a los pescados, aunque también se ve a algunos bien grandes en la parrilla (también es chef).
Es un sacerdote anglicano, de los que se le permiten casarse y se le ve muy feliz con su también joven esposa que es de su misma comunidad y la hija de un sacerdote mayor.
Con ese gran dinamismo procura siempre llevar la palabra a la mayor cantidad posible de personas, con su propio ejemplo y obviamente la ayuda de la tecnología lo ha hecho posible; reza el rosario diariamente y tiene muchos seguidores Internet.
La ACC es una opción de fe en la vida diaria, nunca lo he visto con intención de convertir personas al anglicanismo o durante el vuelo, pues son una rama del catolicismo, pero sí tiene intención que todas las personas se acerquen a Dios. Hace algunos días asistí a su rosario en el canal en Facebook “Sergio Camilo Barrera” y me llevé la sorpresa que había un gran grupo de personas, entre ellas, varios de nuestros compañeros y sus familiares.
La vida de un aviador no es siempre fácil y glamorosa como parece, a veces el estar tanto tiempo por fuera del hogar paga su precio y se la cobra con unos costos inimaginables de dolor, he visto a muchos de mis compañeros, y a mí mismo, encontrar consuelo en este gran muchacho de hablar pausado y calmadamente (algunas veces suelta su risa estrepitosa propia de su juventud), otros no son creyentes pero igual sienten un gran respeto por sus creencias y su profesionalismo. “Es el hijo que todos quisiéramos tener”, dice un veterano aviador que es también instructor de vuelo y de simulador, y no puedo estar más de acuerdo con él.