IATA compartió su preocupación sobre la producción del combustible sostenible de aviación – SAF, el cual avanza más lento de lo estimado.
La producción de combustible sostenible para aviación (SAF) avanza a paso lento. A pesar de los esfuerzos de la industria, el crecimiento de este tipo de combustible, que reduce significativamente las emisiones de carbono en la aviación, se está viendo obstaculizado por diversos factores.
Por un lado, los gobiernos no están proporcionando las señales claras y consistentes necesarias para impulsar la inversión en SAF. Por otro lado, los inversores son cautelosos y requieren mayores garantías antes de comprometer grandes sumas de dinero. Además, falta una infraestructura adecuada para producir SAF a gran escala.
Para acelerar la transición hacia una aviación más sostenible, es fundamental aumentar las inversiones en producción de SAF, establecer políticas gubernamentales claras y coordinadas y crear un marco global que facilite el comercio de este combustible. Solo así podremos reducir las emisiones de carbono del sector aéreo y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Pero, ¿qué está pasando?
- En 2024, los volúmenes de producción de SAF alcanzaron 1 millón de toneladas (1.300 millones de litros), el doble de los 0,5 millones de toneladas (600 millones de litros) producidos en 2023. SAF representó el 0,3% de la producción mundial de combustible para aviones y el 11% del combustible renovable mundial*.
- Esto está significativamente por debajo de las estimaciones anteriores de que la producción proyectada de SAF en 2024 con 1,5 millones de toneladas (1.900 millones de litros), ya que las principales instalaciones de producción de SAF en los Estados Unidos han retrasado su aumento de la producción hasta el primer semestre de 2025.
- En 2025, se espera que la producción de SAF alcance los 2,1 millones de toneladas (2,700 millones de litros), o el 0,7% de la producción total de combustible para aviones y el 13% de la capacidad mundial de combustible renovable*.
La creciente demanda de viajes aéreos y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hacen que el desarrollo del SAF sea más urgente que nunca. Sin embargo, el progreso es lento debido a una combinación de factores económicos, políticos y técnicos. Es imperativo que los gobiernos, la industria y los inversores trabajen juntos para superar estos obstáculos y garantizar un futuro más sostenible para la aviación.
¿Es SAF el futuro verde de la aviación?