Seguridad aérea en 2024: ¿un año de avances o retrocesos? Analizamos el informe IATA y reflexionamos sobre los desafíos actuales para la seguridad.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha revelado su esperado Informe Anual de Seguridad para 2024, un documento que nos permite analizar el panorama de la seguridad aérea global y los desafíos que aún enfrenta la industria. Si bien se observan mejoras en ciertos indicadores clave, el 2024 también nos recuerda que la seguridad es una tarea continua y que no debemos bajar la guardia.
La seguridad aérea en el 2024: retroceso
IATA publicó su Informe Anual de Seguridad de 2024. La industria registró otro año de sólido desempeño general en seguridad, incluyendo mejoras en el promedio de cinco años para varios parámetros clave, pero retrocedió con respecto a un desempeño excepcional en 2023.
- La tasa de accidentes totales de 1,13 por millón de vuelos (un accidente por cada 880.000 vuelos) fue mejor que el promedio de cinco años de 1,25, pero peor que el 1,09 registrado en 2023.
- Hubo siete accidentes fatales en 2024, entre 40,6 millones de vuelos. Eso es más alto que el único accidente fatal registrado en 2023 y el promedio de cinco años de cinco accidentes fatales.
- Hubo 244 muertes a bordo en 2024, en comparación con las 72 muertes reportadas en 2023 y el promedio de cinco años de 144. El riesgo de fatalidad se mantuvo bajo en 0,06, por debajo del promedio de cinco años (0,10), aunque el doble del 0,03 reportado en 2023.
Un paso adelante, un paso atrás
El informe de la IATA revela que la industria aérea mantuvo un sólido desempeño en seguridad en 2024, superando el promedio de los últimos cinco años en la tasa de accidentes totales (1,13 por millón de vuelos). Sin embargo, esta cifra representa un retroceso en comparación con el excelente desempeño de 2023, donde se registró la tasa más baja de la historia (1,09 por millón de vuelos).
Otro dato preocupante es el aumento en el número de accidentes fatales. En 2024, lamentablemente, hubo siete accidentes que resultaron en la pérdida de 244 vidas. Esta cifra contrasta con el único accidente fatal ocurrido en 2023 y supera el promedio de cinco accidentes fatales anuales.
A pesar de estos retrocesos, el informe de la IATA también destaca aspectos positivos. La tasa de fatalidad se mantuvo por debajo del promedio de los últimos cinco años, lo que indica que, a pesar del aumento en el número de accidentes, la probabilidad de sufrir un accidente fatal sigue siendo baja.
El informe también nos recuerda la importancia de abordar desafíos emergentes, como los riesgos en zonas de conflicto. El derribo de dos aviones en 2024 (en Kazajstán y Sudán) subraya la necesidad de fortalecer la iniciativa Cielos Más Seguros y garantizar la seguridad de las operaciones aéreas en áreas de alto riesgo.
